La mediación Pedagógica y el diseño de contenidos

Como vimos hasta aquí, la práctica de enseñanza es una práctica social y particular que se desarrolla en escenarios singulares; es una práctica mediada, pues el docente, con el objetivo de transmitir contenidos y promover el aprendizaje en sus alumnos, lleva adelante un proceso de mediación, el cual es denominada: mediación pedagógica. Gutierrez Pérez, F y Prieto Castillo, D. (2007) definen a la mediación pedagógica como “el tratamiento de contenidos y de las formas de expresión de los diferentes temas a fin de hacer posible el acto educativo, dentro del horizonte de una educación concebida como participación, creatividad, expresividad y relacionalidad.”

Los autores dan cuenta de tres aspectos fundamentales de la mediación pedagógica estos son:

 

  • debe percibirse un tratamiento desde el tema, el cual implica no sólo la ubicación lógica de la temática, sus nudos y puntos clave, sino que al mismo tiempo debe conllevar un trabajo con el contenido, con su presentación, con su lenguaje;
  • debe apreciarse un tratamiento desde el aprendizaje que implique el desarrollo de un auto e interaprendizaje donde el docente este presente y ponga en marcha el juego pedagógico que abarca comprender el hecho de que para que el aprendizaje se produzca debe ir más allá del trabajo con los contenidos- lo cual es importante- debe darle un sentido al texto que se relacione con experiencias, debe comprender los ritmos y las diferencias de los alumnos, debe propiciar la creatividad, lo lúdico y tener presente que el aprendizaje implica lo imprevisible;
  • debe observarse un tratamiento desde la forma, pues “la forma educa” ya que cuanto más expresiva, original y coherente es, más propiciará un acercamiento a los contenidos y una apropiación de éstos. Cómo vemos no se trata solo de un mero adorno- pues de ser así no aportaría mucho al proceso de aprendizaje- debe brindar al texto una narrativa particular. “Esto es capital para entender el uso de la forma, no se trata sólo de retratar algún contenido sino de aportar una composición atractiva, sugerente, que oriente la percepción, lo haga más rica. La forma dice las cosas más profundamente y de manera bella” (Prieto Castillo y Gutierrez. 2007: 125). La forma marca un ritmo que debe estar en armonía con los distintos elementos de la propuesta que vimos anteriormente. En entornos virtuales este tratamiento desde la forma es de fundamental importancia pues pone en juego el diseño mismo del contexto donde se desarrolla la propuesta educativa, donde deben interrelacionarse de manera armónica, imágenes, colores, variantes, tamaños, soportes, etc.



En resumen, el objetivo de la mediación pedagógica es “buscar abrir el camino a nuevas relaciones del estudiante: con los materiales, con el propio contexto, con otros textos, con sus compañeros de aprendizaje, incluido el docente, consigo mismo y con su futuro”. (Gutierrez Pérez, F y Prieto Castillo, D. 2007).

 

Como vemos los contenidos son un componente importante en cualquier propuesta educativa, pues representan aquello que se desea enseñar para que los alumnos aprendan.

Según Edwards, V (1997) “El contenido no es independiente de la forma en la cual es presentado”. Es decir, la manera en que es secuenciado y ordenado, el control de la transmisión, la demanda de ciertas secuencias, etc., son formas de transmitir que alteran al conocimiento explícito en el currículo formando un nuevo conocimiento. Esto es así ya que al momento de presentar los contenidos entran en juego dos lógicas: la Lógica del contenido (la cual implica aquellos presupuestos epistemológicos desde los cuales dicho conocimiento ha sido formalizado) y la Lógica de la interacción, que hace referencia a la lógica de la propia enseñanza y de la participación que los alumnos llevan adelante en el momento en que determinado contenido es presentado y apropiado.

La autora construye tres categorías analíticas de lo que denomina “formas de conocimiento” (entendiendo con este concepto la existencia material y social del conocimiento en el aula), a saber:

  • Forma de conocimiento Tópico, con esto da cuenta de “una configuración del conocimiento cuyos datos que tienen sólo una relación de contigüidad y que se presenta mediante términos más que mediante conceptos.” En las clases donde se desarrolla este tipo de forma del conocimiento se coloca el énfasis en nombrar correctamente el término aislado que en utilizar el conocimiento. Es muy probable que en esta forma de conocimiento el contenido pierda sentido, pues con la intención de abarcar todo el temario, se llega a fragmentar la realidad. De esta manera el conocimiento es presentado en una relación de contigüidad (primero "X", segundo "Y", etc.)

  • Forma de conocimiento como operacional, esta no difiere mucho de la anterior, sin embargo el nivel de relación entre los elementos es más compleja. Implica la orientación hacia la “operación con el conocimiento”. Es decir, se plantea como la aplicación de ciertos conocimientos altamente complejos y formales a situaciones o casos específicos (se basa en la lógica deductiva). Aquí conocer equivale al uso correcto del contenido el cual es presentado como un conjunto de mecanismos o instrumentos, ignorando la importancia del contenido en sí mismo. Por ejemplo cuando en una clase se plantea que lo importante es nombrar correctamente los pasos de un procedimiento sin ahondar en porqué son esos pasos y las implicancias sociales, culturas y psicológicas que pueden tener o abarcar dicho procedimiento.

  • Forma de conocimiento situacional, “se estructuran en torno al interés de conocer una situación”, es decir, una realidad que se desarrolla en torno a la presencia de un sujeto. En esta situación se promueve un conocimiento compartido, partiendo de que los alumnos comprendan esta realidad que se les presenta, basándose en los conocimientos previos de ellos. Así los conocimientos son desarrollados en función de su valor intrínseco, es decir como conocimientos que les permite a los alumnos ubicarse en el mundo o posicionarse frente a él. Aquí el rol docente es el de mediador entre los contenidos y la actividad constructiva que desarrollan los alumnos frente a esos contenidos.

Las formas de conocimiento también plantean la manera en que los alumnos se relacionan con el conocimiento, que pueden ser:

  •  Interioridad: cuando el sujeto logra apropiarse del conocimiento, pues la realidad es significada como parte integrante del mundo de los sujetos.
  •  Exterioridad: no hay una relación de apropiación del conocimiento, se apropia de una aplicación mecánica y simulada, el conocimiento es esquematizado en parte pequeñas cuyos vínculos son incomprensibles.

Como vemos, la manera como el docente presenta el conocimiento modela la forma en que ese conocimiento es apropiado por los alumnos, generando una mayor o menor interiorización del mismo. Por mucho tiempo se pensó en las tecnologías como los medios que solucionarían los problemas de enseñanza- aprendizaje y que posibilitarían una mayor interiorización del conocimiento, propio de una visión tecnicista desarrollada en las décadas de 1950 y 1960; que aun hoy resurge.

 

“Pensar que la mera incorporación de una tecnología o material electrónico implicará de forma cuasi- mecánica la innovación y mejora pedagógica, es una creencia equivocada, en muchos casos se están elaborando y ofertando materiales didácticos on line que resuman o manifiesten una concepción tradicional de la enseñanza”.(Area Moreira, M: 2001) 

 

Por lo tanto cuando hablamos de incorporación de medios tecnológicos, como el aula virtual en este caso, no podemos limitarnos a la herramienta en sí misma, sino que debemos tener en cuenta todas las decisiones que el docente toma, o sea la selección del contenido, la planificación del mismo, las actividades, las características del alumno... Por que de lo contrario, podríamos incorporar un aula virtual con mucha información y aun así favorecer una forma de conocimiento que desarrolla en los alumnos un conocimiento ritualizado y exteriorizado. 

 

“En definitiva, un material didáctico electrónico debe asumir las mismas características pedagógicas que el resto de materiales de enseñanza, pero con las ventajas que otorgan, una mayor capacidad de almacenamiento de información, más posibilidades de representación multimedia, mayor vinculación hipertextual entre unos segmentos o unidades de información con otros, mayores recursos de comunicación sincrónica y asincrónica mediante computadoras, y aumento de la potencialidad interactiva humano y máquina”. (Area Moreira, M: 2001)

Existen varias configuraciones de materiales que los docentes utilizamos al momento de presentar contenidos a los alumnos en entornos virtuales, a continuación ahondaremos en las características particulares de uno de ellas como es las llamadas "Clases virtuales".



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