¿Qué implica diseñar una actividad en un entorno virtual de aprendizaje?

 

En clases virtuales anteriores pudimos ir conociendo aspectos didácticos y técnicos relacionados a la presentación de una propuesta educativa en aula virtual, así como a la presentación de contenidos. Durante ésta clase virtual nos abocaremos a las características propias de las actividades de aprendizaje.

Cuando hablamos de actividades para el aula virtual, debemos reconocer al menos dos momentos importantes:

  • Primer momento de diseño, en el cual los docentes decidimos qué componentes serán utilizados durante el desarrollo de la actividad. Es decir, se debe decidir qué objetivos de aprendizaje se persigue, qué contenidos serán trabajados o abordados, qué roles cumplirán tanto docentes como alumnos, los tiempos que implicará el desarrollo de la actividad; los recursos tanto dentro como fuera del aula virtual que se utilizarán y qué proceso de evaluación de la misma se optará.
  • Segundo momento de desarrollo, durante el cual se pone en marcha todo lo planificado en el momento anterior y donde se manifiestan todos los procesos de interacción posibles (docentes- alumno; alumno- contenido; alumno- alumno; etc.).

Dado que abordaremos aquellas actividades que se desarrollarán en un Aula virtual, y a fin de diferenciarlas de las que se pudieran desarrollar en la presencialidad, de aquí en adelante las denominaremos e-actividades.

Es sumamente importante, como se mencionó en clases virtuales anteriores, que al momento de diseñar una e-actividad los docentes tengamos presentes aspectos que implican el contexto educativo virtual, es decir poder pensar una verdadera articulación entre las actividades presenciales y las virtuales en el caso que se utilice el aula virtual como apoyo a la presencialidad, para que no se trate de dos ámbitos paralelos sino de un mismo contexto educativo.

Al mismo tiempo -ya sea que se trate de propuesta que articule la virtualidad y la presencialidad, como propuestas educativas totalmente a distancia virtual- es imprescindible poder tener en cuenta los tiempos que conllevará el desarrollo de la actividad, es decir los tiempos de lectura, de búsqueda de la información, de creación, de reflexión, de intercambio, de evaluación, etc.

Dado que las propuestas educativas se inscriben en el marco de un contexto educativo, es necesario al diseñar las e-actividades tengamos en cuenta aspectos tales como la infraestructura disponible,  los recursos tecnológicos y humanos, de lo contrario quizás podríamos caer en el error de gestionar una e-actividad que al momento de darle seguimiento y evaluarla supere nuestras posibilidades. Por ejemplo, si en el marco de determinado contenidos deseamos que los alumnos brinden argumentaciones y opinen sobre las intervenciones de sus compañeros, pudiera proponer un trabajo de debate utilizando el recurso foro, solicitándole a los alumnos al menos dos participaciones; a la asignatura la cursan 40 alumnos, al finalizar la actividad el equipo de cátedra deberá leer y evaluar 80 participaciones.

Otro rasgo importante a tener presente al momento de diseñar las e-actividades es lo referente a la redacción de consignas. Es necesario que al momento de plantar o “decir” a nuestros alumnos qué acciones deberán llevar a cabo, las consignas sean redactadas de una manera clara, ordenada y directa. Al mismo tiempo es menester que esté presente:

  • el objetivo que persigue la actividad en su conjunto,

  • los materiales y/o lecturas que los alumnos deberán tomar como base para la resolución de la misma,

  • indicaciones extras (si fueran necesarias),

  • tiempo previsto para el desarrollo de la actividad,

  • los recursos o modos de presentación de la actividad por parte de los alumnos
  • los criterios de evaluación.

Para ampliar nuestra mirada sobre éste tema, a continuación invitamos a dos expertos.